-¿Más allá qué hay?-preguntó.
Ignacio repuso:
-Empiezan las murallas.
José torció la boca como si masticara algo.
Ahí está -dijo-. Como en Ávila, como en Segovia, como en Santiago. Catedrales, murallas. -Marcó una pausa-. ¿Sabes lo que dice mi padre...? Las murallas no impiden entrar, sino salir. ¿Me comprendes...?
(Los cipreses creen en dios. José Mª Gironella)
HOLA
ResponderEliminarYo pienso que uno mismo es la unica muralla...si no se salta nunca se dara un solo paso.....creo....
Buen blog. Felicitaciones. Te sigo
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)
Me encanta tu blog! Es genial!
ResponderEliminarTe sigo, me sigues?
http://lasmilmaravillasbymariandana.blogspot.com/